Una pregunta sencilla, clara y directa que los fabricantes de estructuras de hormigón preindustrializadas conocen bien porque clientes potenciales se la han formulado a menudo y, cada vez, con más frecuencia.
¿Qué posibilidades ofrece la construcción pre-industrializada de hormigón? Los clientes se interesan cada vez más por esta forma de construir que empieza a ser habitual en paisajes urbanos y residenciales y, claro, preguntan.
La construcción industrializada se esta popularizando y hay que tener respuestas tanto para los que preguntan directamente como para los que se acercan buscando respuestas sin tener claras las preguntas pero sí el objetivo: quieren una construcción y la quieren ya, por supuesto de excelentes materiales, sostenible, de bajo mantenimiento y perdurable en el tiempo. Y sin darse cuenta, están hablando de construcción industrializada. Buscan respuestas e información y necesitan una guía.
Por ello, como siempre y más que nunca -sí, así junto aunque parezca una contradicción hay que adelantarse, saber y ser la respuesta. Se impone estar al día y transmitir con familiaridad conocimiento y propuestas. No es difícil, todo juega a favor, hablamos de una forma de construir más segura, económica, rápida, versátil y sostenible.
El cliente está esperando, hay que transmitir el mensaje, hay que responder preguntas.
¿Posibilidades? Tantas como los responsables del proyecto, constructores y clientes, se atrevan a poner sobre la mesa.
Las múltiples combinaciones que permite la construcción industrializada funcionan como una paleta creativa a través de la que es posible dar forma al proyecto más personalizado, las posibilidades son innumerables porque innumerables son los clientes y proyectos.
Hablemos pues, de posibilidades en función del criterio constructivo, del diseño, y de la capacidad adaptativa para un proyecto de construcción pre-industrializada con estructuras de hormigón.
Hablemos de ellos sabiendo que, junto a esos tres elementos, van indisolublemente unidas excelentes cualidades de alto valor como la seguridad, la economía de presupuesto y tiempo de construcción y, cómo no, la gran perdurabilidad en el tiempo de la edificación en óptimas condiciones.
En primer lugar y desde una perspectiva más técnica, cabría plantearse cuáles serían las posibilidades que ofrece la construcción pre-industrializada
La cualidad más destacada en construcción está ligada con el material protagonista: el hormigón, incuestionable estrella de esta técnica constructiva por ofrecer las mejores prestaciones generales entre los materiales disponibles. Hablamos de un material ignífugo, que ofrece altos índices de durabilidad en óptimas condiciones y que, además, presenta una inercia térmica que lo convierte en un poderoso y estable aislante independientemente de la temperatura exterior.
Tenemos un material excelente que se puede fabricar industrialmente lo que supone una serie de ventajas como la exactitud en la precisión de medidas y volúmenes, la práctica inexistencia de residuos, al no existir excedentes de materiales, o la disminución del impacto acústico y visual para el entorno gracias a un periodo de ejecución de obra más corto, ventajas que lo hacen aún más deseable cuando el diseño empieza a tomar protagonismo en el proyecto.
Conocemos las bondades técnicas y la eficiencia de la construcción industrializada ¿qué hacemos ahora con las estructuras pre-industrializadas? Y ahí empiezan las dudas porque, hasta ahora todo son ventajas pero lo de pre-industrializado suena un poco a fabrica en serie y la falta de referencias no ayuda…¿Y si no hay más ventajas?¿Qué hacer con piezas industrializadas?¿No supondrá la construcción industrializada una traba más que considerable para las posibilidades creativas de los proyectos? ¿No jugará en contra de los intereses y aspiraciones de los clientes que buscan proyectos personalizados?
Más preguntas y, en este caso, en forma de dudas claras y bien planteadas que merecen respuestas precisas y directas y aquí, podemos dar dos, una corta y otra larga.
La corta es lisa y llanamente, no, no a todo. La larga respalda el monosílabo.
Echemos un vistazo a la construcción industrializada bajo el foco del diseño.
La construcción con materiales pre-industrializados de hormigón ofrece gran versatilidad y la falta de referencias es, en muchos casos, una suerte de espejismo porque en las últimas décadas hemos asistido a un aumento, que se está convirtiendo en un boom, en el uso constructivo de estructuras pre-industrializadas de hormigón, lo que ocurre es que el resultado es tan atractivo y está tan alejado de la idea preconcebida a la que, en primera instancia, conduce la palabra hormigón unida a pre-industrializada, que ni siquiera somos conscientes de que los edificios y fachadas que contemplamos y admiramos están construidos con esa técnica.
Hormigón ya no significa “aburrimiento gris”. Basta dar una vuelta por las principales ciudades y barrios residenciales para conjurar esa idea preconcebida. La construcción industrializada ofrece un amplísimo abanico de colores, texturas y opciones de personalización con los que los arquitectos podrán diseñar, con los valores estéticos que ofrecen otros materiales pero con la calidad constructiva que sólo el hormigón puede proporcionar.
La construcción industrializada dispone de una gran capacidad adaptativa que suma versatilidad a los proyectos y permite personalizar los diseños; ofrece una paleta creativa a través de diversas combinaciones de módulos, fachadas y texturas, en el exterior que encuentran su réplica y complemento en el diseño y los acabados interiores. Espacios confortables, diseñados de forma personalizada e intransferible y perfectamente integrados en diferentes entornos.
La construcción industrializada permite crear espacios exclusivos que, además, comparten las mayores ventajas a las que una construcción puede aspirar: eficiencia energética, seguridad, sostenibilidad y perdurabilidad superior a la establecida.
Con esas credenciales es difícil resistirse y, además, ¿por qué hacerlo?
La construcción industrializada ha llegado y se queda por méritos propios. El mercado ha caído rendido a los encantos del hormigón, constructores y fabricantes dan fe de ello mientras sus clientes, cada vez mejor informados, no están, ni muchísimo menos, dispuestos a renunciar a todas las ventajas que la construcción industrializada puede ofrecerles.
